miércoles, 23 de abril de 2014

PRUEBAS DE LA EVOLUCIÓN


Pruebas de la anatomía compartida: si comparamos el esqueleto de diferentes especies de animales, se comprueba que algunas partes de sus organismos están constituidas por las mismas piezas. Esta similitud u homología apoya que todos ellos tienen un antecesor común.
Un ejemplo de esta homología es el caso de las extremidades de los mamíferos,que, aunque son diferentes y están adaptadas para realizar diferentes funciones, tienen la misma estructura básica y el mismo desarrollo embrionario. Estos órganos se denominan órganos homólogos.


Pruebas paleontológicas: la paleontología es la ciencia que estudia el pasado de la Tierra a través de los fósiles, que son restos o señales de la actividad de los seres que vivieron en otros tiempos y quedaron enterrados en las rocas.
La ordenación de los fósiles del más antiguo al más moderno revela la existencia de un proceso de cambio a lo largo del tiempo;es decir, muestra cómo han evolucionado unas especies a partir de otras. 
Los conjuntos de fósiles que pueden ordenarse por su antigüedad y nos permiten reconstruir la historia evolutiva de un grupo de seres vivos se denominan seres filogenéticas.
También sirven como prueba de la evolución los fósiles, denominados formas puentes o eslabones, que presentan formas y estructuras intermedias entre dos grupos de seres vivos y que explican la aparición de grandes grupos taxonómicos a partir de un grupo ancestral.Un ejemplo de eslabón es Archaeopteryx, un fósil que posee un mosaico de caracteres intermedios entre reptiles y aves.


Pruebas biogeográficas: los lugares aislados geográficamente, tienen una fauna y una flora características con diversas adaptaciones y, a veces, estas especies son exclusivas, incluso, de una isla.Esto solo se puede explicar si se admite la evolución independiente de organismos colonizadores que quedaron aislados de sus antecesores por barreras geográficas y sufrieron un proceso de especiación.  


Pruebas embriológicas:
Haeckel planteó que las distintas formas por las que pasa un organismo durante su desarrollo embrionario reflejan las diferentes formas por las que han pasado sus antecesores durante su evolución.
Aunque esta ley no es totalmente exacta, al estudiar el desarrollo embrionario de algunas especies de vertebrados, si se observa un hecho que solo se puede explicar si existe un ancestro común a todos los vertebrados: en las fases tempranas, los embriones de todos los vertebrados tienen muchas similitudes, que van desapareciendo a medida que avanza su desarrollo y van adoptando alternativas evolutivas variadas.


Pruebas de la bioquímica comparada: la comparación de que todos los seres vivos estamos formados por las mismas moléculas indica que todos tenemos un origen común.
Además, las actuales técnicas de secuenciación y de análisis de las semejanzas y diferencias existentes entre las secuencias del ADN o de las proteínas de distintos organismos permiten establecer las relaciones de parentesco evolutivo que hay entre ellas;es decir, permiten deducir si han tenido una historia evolutiva similar durante más o menos tiempo, y cuál es su antepasado común más reciente.
Dos especies tienen menor parentesco evolutivo cuanto antes han tomado caminos distintos en la historia de la evolución; y esto se refleja en que son mayores las diferencias entre las secuencias de sus proteínas o sus ADN.

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